Pitágoras levantó la cabeza pausadamente y abrió los párpados.
Los seis discípulos se sobrecogieron. En
los ojos dorados del maestro ardía un fuego más intenso de lo habitual.
Su cabello, de un blanco níveo, caía en cascada sobre sus hombros y
parecía resplandecer al igual que su espesa barba. Tenía más de setenta
años, pero mantenía casi intacto el vigor de la juventud.
—Observad la tetraktys, clave del
universo —la voz de Pitágoras, profunda y suave, resonó en el solemne
espacio del templo circular.
En la mano derecha sostenía una vara de
fresno. Con ella señaló hacia el suelo de mármol, donde había
desenrollado un pequeño pergamino entre él y sus discípulos. Mostraba un
sencillo dibujo. Una figura triangular formada por cuatro filas de
puntos. La de la base contenía cuatro puntos, la siguiente tres, había
otra de dos y finalmente una cúspide de un solo punto. Estos diez puntos
ordenados en triángulo eran uno de los símbolos fundamentales de la
orden.
Continuó hablando con majestuosa autoridad.
—Durante los próximos días dedicaremos
la última hora a analizar el número que contiene a todos: el diez.
—Realizó con la vara un movimiento circular alrededor de la tetraktys—.
El diez contiene también la suma de las dimensiones geométricas —dio un
toque con la vara a los diferentes niveles dibujados en el pergamino—:
uno el punto, dos la línea, tres el plano y cuatro el espacio Se inclinó
hacia delante e intensificó la mirada. Cuando volvió a hablar, su voz
se había vuelto más grave.
—El diez, como sabéis, también simboliza el cierre pleno de un ciclo.
Las últimas palabras las pronunció
mirando a Cleoménides, el discípulo sentado a su derecha. Éste tragó
saliva conteniendo un arrebato de orgullo. Era evidente que Pitágoras
estaba hablando de retirarse y de quién lo sucedería. Cleoménides, de
cincuenta y seis años, sabía que él era uno de los principales
candidatos. Notable matemático, aunque quizás no el más brillante,
destacaba sobre todo por un férreo cumplimiento de las rigurosas reglas
morales de la orden. También por su peso político, pues procedía de una
de las principales familias aristocráticas de Crotona y manejaba con
hábil diplomacia los asuntos de gobierno.
SINOPSIS
El anciano filósofo Pitágoras, uno de los personajes con más poder de su
época, está a punto de elegir un sucesor entre los grandes
maestros cuando en su comunidad se inicia una serie de asesinatos. Tras
los crímenes se atisba una mente oscura y poderosa que parece superar al
mismísimo Pitágoras. La enigmática Ariadna y el investigador egipcio
Akenón tratarán de descubrir quién es el asesino a la vez que resuelven
sus propios sentimientos. Un reto en el que los fantasmas del pasado se
unen a las oscuras amenazas del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario