Después de fregar, como de costumbre, la
vajilla, cuando todos se habían ido y Markus hacía deberes en su
cuarto, y cuando Katharina probaba a dar volteretas en el pasillo y
cogía una rabieta tras otra cada vez que no le salía bien su ejercicio,
yo me quedé en la cocina con la madre de Luki. Ella estaba tomando café y
fumando, y decía que, anímicamente, se encontraba en un bache; por
Luki-live, porque no tenía idea de cómo poder ayudarle. Yo no sabía qué
contestar, así que estábamos las dos mudas, una junto a la otra. El
reloj de la cocina hacía su tic-tac, el grifo goteaba. Cada cuatro
segundos caía al fregadero una gota. El tiempo transcurre muy despacio
cuando no se sabe de qué hablar. Luego llegó Markus a la cocina y golpeó
furioso en la mesa con un cuaderno de Matemáticas y gritó que estaba
harto, que no le salía ningún problema, que en el libro no debía haber
más que datos equivocados. Gritaba muy fuerte. Y quería hacer trizas el
cuaderno. Entonces llegó también Katharina y preguntó desde la puerta:
-¿Por qué se enfurece tanto? ¿Está loco?
Markus, con el cuaderno, sacudió un golpe a Katharina en la cabeza. Katharina comenzó a berrear de tal modo que parecía que un cuaderno de mate pesara lo menos veinte kilos.
-¿Por qué pegas a Katharina? -preguntó la madre de Luki-; ella no te ha hecho nada a ti.
-¡Porque tengo mucha rabia! -rugió Markus.
-Pero no tienes rabia a Katharina -dijo la madre de Luki-, tienes rabia porque no entiendes los problemas de Matemáticas.
Katharina cesó de berrear y gritó:
-¡No entiende los problemas de Matemáticas! ¡Es tonto! ¡Yo entenderé siempre los problemas de Matemáticas! ¡Me pondrán siempre la mejor nota!
-Katharina, acaba ya -dijo la madre de Luki.
No llegó a decir más. Markus se lanzó contra Katharina. Pero la bicho de ella supo defenderse. Hundió las dos manos en el pelo de Markus y empezó a sacudirle la cabeza de un lado al otro; con los pies le golpeaba las espinillas. Y lanzaba gritos feroces. Markus no tuvo ocasión de darle a ella un solo golpe; no hacía otra cosa que tratar de librarse de las manos de Katharina.
-¡Suelta, bestia! -gritó él jadeante. Tenía lágrimas en los ojos. La bestia, efectivamente, lo soltó, pero en el mismo momento pegó un salto, levantó las rodillas y se las clavó a su hermano en el estómago. La cara de Markus se puso muy pálida.
SINOPSIS
Hasta las vacaciones de verano todo va bien entre Ariane y Luki-live pero al volver Luki de un viaje a Inglaterra, las cosas empiezan a cambiar. Hasta en el aspecto físico del chico se pone en evidencia que algo en su interior se está transformado: Luki tiene necesidad de tener una personalidad propia. Intenta ser muy sincero y tiene problemas en el colegio y hasta consigue que una profesora «la Parasol» pase a dirigir otra tutoría.
Luki también se enamora de Stine, una chica mayor que él y llega a endeudarse por ella. La relación fracasa, Luki debe mucho dinero y es Ariane la que ayuda económicamente a su amigo a superar lo sucedido.
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