Marcos camina rápido, de nuevo volverá a llegar tarde a clase de matemáticas con la Sargento. La primera clase del lunes y ¿tiene que ser la de matemáticas? ¿Alguien piensa en la salud mental de los alumnos? Si llegas tarde, la Sargento suele interrumpir la clase y, desde la pizarra, te hace quedar en evidencia. Marcos ya lo ha visto con algunos compañeros y también lo vivió en carne propia una vez. En esa ocasión, la Sargento le dijo: «El día en que resuelvas la ecuación de tus cabellos, te sabrás peinar. Entonces serás capaz de llegar pronto a clase». Sus compañeros se rieron de él.
Desde ese día el chico ha conseguido ser puntual, pero hoy le ha resultado imposible. Ha querido disfrutar de ese buen momento con su madre. Camina rápido y mira el reloj. ¡Perfecto!, un cuarto de hora tarde. Decide apretar el paso. Es curioso, cuando uno llega tarde al instituto no es necesario mirar el reloj, le basta con echar un vistazo a la calle y la entrada del centro, y ya lo sabe: ambas están desiertas. Los únicos transeúntes son jubilados que pasean al perro y transportistas que sirven los pedidos a los supermercados.
Encuentra cerradas las puertas del centro. Toca el timbre. El conserje le abre y Marcos sube de dos en dos la escalera trotando como si fuera un caballo salvaje hacia el aula. Cuando está delante de la puerta, respira hondo un par de veces. No quiere llegar resoplando y darle un motivo de burla a la Sargento. El chico posa la mano en la manija. «Tres... dos... uno... ¡Bienvenido al infierno!», se dice a sí mismo mientras abre la puerta.
Toda la clase lo mira. La Sargento detiene su explicación y lo mira también. Marcos espera su comentario más cruel.
—¿Sabe usted que hace matemáticas con la música? —le insta la profesora.
Marcos calla ante la mirada sonriente de sus compañeros. No entiende muy bien la pregunta, y está convencido de que es una trampa.
—No...
—La actuación de ayer fue excelente. No esperaba menos de usted.
En silencio, el chico se dirige a su pupitre. Al pasar por las mesas, tres compañeros le palmean el brazo. Al sentarse, el alumno que se sienta detrás de él le da un par de golpecitos en la espalda. La Sargento continúa la clase.
—Como iba diciendo... Hoy haremos un stop en nuestro temario. Vamos a dedicarle la clase a usted. —Se dirige a Marcos, que aún no ha tenido tiempo de sacar la libreta de los apuntes—. Veremos qué relación hay entre el solfeo, las melodías musicales y las ecuaciones matemáticas. Verán que su amigo, el que se sienta ahí, hizo sin querer un logaritmo neperiano, con lo que se adelantó a la última lección del curso.
Los alumnos que están sentados delante de él se vuelven y lo miran con orgullo. Marcos se ha puesto más rojo que en la televisión. Al igual que Estela, él no pensaba que su estreno en la pantalla pudiera causar tanta expectación.
SINOPSIS
Fresca, actual, divertida y tremendamente romántica. Silvia, Estela, Bea
y Ana son las Princess. Un grupo de amigas que pensaban que estaban tan
unidas que jamás pelearían por nada. Hasta que una cita de Messenger,
un perro llamado Atreyu, un grafi ti, una entrada en un blog y una
canción cambiaron sus vidas para siempre. J
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