Ángulos rectos, hieráticos en sus conceptos, tendentes a un estatismo
feroz, carentes de movimiento.
Ángulos obtusos, ajenos, resbaladizos, maleables en su inestabilidad.
180 grados, linealidad máxima, sin principios ni fin, engañosos conceptos
de cambio.
La suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos ángulos rectos. Fue
Blaise Pascal en el siglo XVIII. Triángulo contenedor del ojo que todo lo ve. Símbolo
que encierra en su estructura la serenidad, el poder.
360 grados; y volver, volver, volver; siempre lo mismo, eterno retorno,
principio y fin indescifrable.
Los axiomas son pilares del pensamiento que
permiten mil ramificaciones del saber y la deducción. Pero, a la vez, matan la
espontaneidad, eliminan la creatividad pura, sus fundamentos antiguos
instaurados por otros orada nuestra naturaleza única e individual.
Persistencia de la geometría euclidiana a través de los siglos. Gracias
a los precursores de geometrías no euclidianas. Geometría hiperbólica,
geometría elíptica. Kurt Gödel abre el abanico con su teoría de imcompletitud.
Rompedor Einstein, “Todo es relativo”.
Ahora pienso en otros puntos de vista. Ejemplo: Todos los ángulos rectos
son iguales. Error al axioma: Su orientación puede ser diferente, ergo, su
igualdad se torna relativa. ¿Dónde estará la Rosa de los Vientos?
Más del mismo autor en http://julio-compositor-escritor.blogspot.com.es/
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