Cuando salen a relucir los números, malo (...) Cuando estamos a punto de
perder algo que nos parece bueno, o que queremos mucho, empezamos a
contar: faltan tantos días para que esto acabe, decimos. Y lo mismo
cuando nos encontramos ante una situación desagradable: empezamos a
contar lo que falta para el final. En cualquier caso la aparición de los
números es una mala señal.
La novela se inicia en 1957, en la escuela donde van a clase dos amigos,
Joseba y David, el hijo del acordeonista. Dos amigos cuyas historias,
rescatadas de sus propios infiernos, sirvenpara abordar de forma
valiente el tema de la memoria, de la nostalgia, de la amistad y la
fraternidad, de la melancolía, y también de la tristeza del que deja su
tierra.
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