Muchas veces sucede que no sabe uno qué responder a un argumento que
no convence aunque sea lógico. Un cierto escrúpulo, cierta repugnancia
impiden creer lo que está probando. Nos explica un geómetra que entre
un circulo y una tangente pueden pasar infinitas líneas curvas, y que no
es posible que pase una recta ; los ojos y la razón nos dicen lo
contrario; el geómetra afirma que se trata de un infinito de segundo
orden.
Uno se calla sorprendido, sin entender nada y sin replicarle. Consulta luego con otro geómetra, menos rígido y le oye decir: "Suponemos, lo que no existe en la naturaleza, líneas con longitud y sin grosor, físicamente hablando, es imposible que una línea real corte a otra; ni curva ni recta, ninguna línea real puede pasar por entre otras dos en su punto de contacto. Creer otra cosa es fantasear, es un juego de la inteligencia; la geometría verdadera es el arte de medir las cosas existente.
Uno se calla sorprendido, sin entender nada y sin replicarle. Consulta luego con otro geómetra, menos rígido y le oye decir: "Suponemos, lo que no existe en la naturaleza, líneas con longitud y sin grosor, físicamente hablando, es imposible que una línea real corte a otra; ni curva ni recta, ninguna línea real puede pasar por entre otras dos en su punto de contacto. Creer otra cosa es fantasear, es un juego de la inteligencia; la geometría verdadera es el arte de medir las cosas existente.
SINOPSIS
Los cuentos recogidos en este volumen pertenecen cronológicamente a todas las épocas de Voltaire:
si Micromegas encarna las preocupaciones científicas que interesaban al
círculo de Cirey -ilustrados entusiastas que censuraban con acritud
todo lo que encarnaba la vieja ciencia regida por la teología-, Historia
de Jenni, último de los cuentos escritos por Voltaire, representa la
furia de un philosophe que convierte cada línea en proyectil de su
máquina de guerra.
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