Me pidió que buscara la primera hoja.
Apoyé la mano izquierda sobre la portada y abrí con el dedo pulgar casi pegado al índice. Todo fue inútil: siempre se interponían varias hojas entre la portada y la mano. Era como si brotaran del libro.
- Ahora busque el final.
También fracasé; apenas logré balbucear con una voz que no era mía:
- Esto no puede ser.
Siempre en voz baja el vendedor de biblias me dijo:
- No puede ser, pero es. El número de páginas de este libro es infinito.
Ninguna es la primera; ninguna, la última. No sé por qué están numeradas de ese modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los términos de una serie infinita admiten cualquier número.
Apoyé la mano izquierda sobre la portada y abrí con el dedo pulgar casi pegado al índice. Todo fue inútil: siempre se interponían varias hojas entre la portada y la mano. Era como si brotaran del libro.
- Ahora busque el final.
También fracasé; apenas logré balbucear con una voz que no era mía:
- Esto no puede ser.
Siempre en voz baja el vendedor de biblias me dijo:
- No puede ser, pero es. El número de páginas de este libro es infinito.
Ninguna es la primera; ninguna, la última. No sé por qué están numeradas de ese modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los términos de una serie infinita admiten cualquier número.
SINOPSIS
El libro de arena es una obra que reúne cuentos y relatos del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicada en el año 1975.
El narrador de este cuento tiene el mismo nombre que el autor
empírico (Borges), quien recibe de manos de un extraño vendedor el
libro, de peso sorprendente y que por título lleva escrito en el lomo: Holy Writ. La numeración de sus páginas no es correlativa y una vez que se pasa una página resulta imposible volver a encontrarla.
El vendedor le explica el nombre con que él mismo lo adquirió de manos de un mendigo: "ni el libro ni la arena tienen principio ni fin".
Borges intenta encontrar la primera página, pero es imposible; lo mismo
sucede con la última. Finalmente, lo compra por algo de dinero y una
antigua Biblia.
Al poco tiempo, Borges sólo vive para el libro, que estudia sin
descanso. Sueña con él en los breves momentos en que vence al insomnio,
se convierte en un "prisionero del libro". Entonces advierte que el libro -y él mismo- eran monstruosos. Se deshace de él al esconderlo en un anónimo anaquel de la Biblioteca Nacional (de la que el propio Borges fue Director).
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