miércoles, 29 de julio de 2015

DONDE EMPIEZA TODO - Anna Casanovas

A pesar de la broma inicial, Wally le permitió a Dupont informar a Harry de que habían logrado limpiar lo suficiente una de las grabaciones en las que estaba trabajando Spencer y que ahora sabían que los dos profesores asesinados en Irak estaban desarrollando sin saberlo el mismo programa: uno que permitiese crear una especie de llave maestra para desbloquear las transacciones económicas que se realizaban a diario a través de Internet.

Según la información de la que disponían, ninguno de los dos había logrado crear dicha llave maestra, pero Harry pensó que si se habían atrevido a matarlos se debía a que los dos, o al menos uno, estaba muy cerca. Esa llave maestra era el santo grial de los matemáticos y los informáticos. Eran muchos los científicos que afirmaban que era imposible crearla, los códigos no eran entes rígidos y cambiaban constantemente, por lo tanto no se podía crear una llave que los abriese a todos por igual.

Harry no estaba tan seguro.

Si era eso lo que había pasado, si esos dos hombres habían conseguido crear la llave y los habían asesinado, su asesino tenía ahora en su poder todo el dinero y todos los secretos del mundo. Podía entrar en cualquier cuenta bancaria, en cualquier gobierno, en el sistema financiero que se le antojase. Dado que el mundo seguía siendo el desastre de siempre, era lógico pensar que el propietario de la llave no sabía usarla o había decidido esperar. O, en el mejor de los casos, la llave no funcionaba.

Fuera como fuese, no podían correr el riesgo de dejar pasar el tiempo. Tenían que encontrar al asesino, o asesinos, de Irak y destrozar esa llave. Harry y Dupont no habían hablado del tema pero Harry sabía que su superior no entregaría la llave al gobierno, y él tampoco. Era una de las ventajas de no existir como departamento, nadie se atrevía a pedirles explicaciones.

SINOPSIS

Harrison MacMurray, agente de un peculiar departamento de Inteligencia, debe investigar los asesinatos de dos matemáticos y dos militares retirados y la primera pista fiable que encuentra vincula esas muertes con un prestigioso y joven congresista, el niño mimado del Capitolio, Benedict Holmes.Victoria se casó con Benedict porque compartían el mismo sueño: cambiar las leyes para que sirvieran de verdad a quien las necesitaba y no solo a quien podía pagarlas, pero Ben ahora es distinto y ella ya no se siente feliz con su vida. Hasta que una mañana conoce a Harry, el analista informático que han contratado para la campaña de reelección de su marido.Harry tiene que averiguar cuanto antes si Benedict Holmes es un traidor, no pensar en Victoria, en lo increíbles que son sus ojos, en lo excitantes que resultan todos y cada uno de los segundos que pasa con ella. Debe ir con cuidado, un mero error podría ser mortal para los dos. Y tiene que encontrar el modo de contarle la verdad a Victoria antes de que sea demasiado tarde. O tal vez ya lo sea…Porque el amor es lo más peligroso que puede sucederles.

miércoles, 22 de julio de 2015

MORIR NO ES TAN FÁCIL - Belinda Bauer

Asintió y apartó el brazo del espacio vital de la chica. Podría haberle dicho que la palidez era por la emoción y no por las náuseas, y que esa sala de disección era donde su indagación se revelaría como un éxito o un fracaso. La búsqueda de respuestas que había emprendido cuando tenía ocho años, y que nadie se había mostrado dispuesto o capaz de facilitarle, hasta el punto de que había dejado de preguntarlas en voz alta.

No se lo contó a la chica porque no estaba en su naturaleza contarle nada a nadie.

Todos llevaban su ejemplar de Fundamentos de anatomía clínica y vestían una de las veinte batas de papel que les habían proporcionado en lo que parecía un paquete de regalo: pobres imitaciones de las batas blancas de algodón grueso que llevaban los médicos. También les habían facilitado un código de cuatro dígitos para que lo introdujeran en el teclado de entrada de la sala de disección. El de Patrick era el 4017, un número que no le gustaba nada; no tenía patrones ni progresiones, una cifra informe con tan solo picos. Se preguntó si merecería la pena abordar a otro alumno para ver si se lo cambiaba.

Justo al entrar había tres contenedores grandes llenos de guantes de látex azules. Pequeños, medianos y grandes. Mientras se los ponían se escaparon varias risitas nerviosas. Patrick cogió uno grande de la mano izquierda y tuvo que probarse otros seis antes de encontrar uno grande derecho. Se entretuvo calculando las probabilidades pero las cajas contenían un número indeterminado de guantes.

El látex azul ponía una nota irreverente de jovialidad en la sala de disección, como unos banderines de adorno en un funeral.

SINOPSIS

El cuerpo que Patrick Fort está examinando en clase de anatomía intenta decirle que ha sido víctima de un asesinato. La vida ya es suficientemente extraña para el obsesivo Patrick, que padece el síndrome de Asperger, incluso antes de tratar de resolver un posible homicidio. Sin embargo, se verá obligado a unir las sutiles piezas de un rompecabezas a través de pistas silenciosas que gritan por existir, en una sofisticada investigación que le hará sentirse vivo mientras tiene la muerte muy cerca.
Galardonada con el Premio Theakstons Old Peculier de Novela Negra 2014 por ser, según los miembros del jurado, «una obra totalmente absorbente y brillantemente escrita», Morir no es tan fácil es también una novela original y única, que inaugura una nueva manera de entender el thriller psicológico, y que llevará al lector hacia nuevos territorios: el de la perplejidad, la sonrisa extraña, el humor negro, el asombro y el miedo, con un final tan brillante como sorprendente.

LA DIOSA DE LAS PEQUEÑAS VICTORIAS - Yannick Grannec

—¿Quién está más loco de los dos? ¡Mira lo desfigurada que me dejaste! ¡Espero que fuera en la vida más reciente! No me imagino yendo por ahí así desde lo más remoto de los tiempos.

Conseguí con las manos que me perdonase el mordisco. Noté cómo relajaba el cuerpo.

—¿Duermes?

—Estoy pensando. Tengo que irme a trabajar.

—¿Ya?

—Tengo un regalo para ti.

Sacó de la carterita, que había metido debajo de la cama, dos manzanas rojas y muy lustrosas. Había grabado a navaja en una «220» y en la otra «284».

—¿Es la cuenta de nuestras vidas anteriores? Uno de nosotros va adelantado.

—Me comeré «220» y tú «284».

—Siempre escoges lo menos pesado.

—Calla un poco, Adele. Es una costumbre árabe. 220 y 284 son números amigos, unos números magníficos. Ambos son la suma de los divisores del otro. Los divisores de 284 son 1, 2, 4, 71 y 142. Suman 220. Los divisores de…

—¡Basta ya, tanto romanticismo me supera, sapito, me voy a desmayar!

—Sólo se conocen 42 pares inferiores a 10.000.000.

—¡He dicho que ya basta!

—Nadie sabe demostrar si su número es infinito. Nunca han encontrado una pareja par/impar.

Le metí la manzana en la boca. Mientras masticaba la mía estaba ya notando nostalgia de ese instante, de lo que no volveríamos a ser: unos niños hermosos y tontos, ajenos a todo salvo a nosotros mismos. Ése fue el regalo más valioso que me hizo en la vida. He conservado las pepitas en una caja de caramelos del café Demel.


SINOPSIS

Universidad de Princeton, 1980. La joven documentalista Anna Roth emprende una ambiciosa tarea: recuperar los archivos de Kurt Gödel, el matemático más fascinante y hermético del siglo xx. Su misión consiste en ganarse la confianza de la viuda de Gödel, Adele, una anciana muy peculiar, reacia a entregar esos documentos de gran valor científico.
Tras su primer encuentro, Adele establece sus reglas. Sabe que su muerte está próxima y tiene una historia que contar, un relato que nadie ha escuchado hasta entonces. De la Viena de los años treinta al Princeton de posguerra, de la Segunda Guerra Mundial al macartismo, del fin del ideal positivista a la llegada del arma nuclear, Anna se rinde a los encantos de una mujer que vivió confrontada a la difícil ecuación entre genio y amor, y que le proporcionará el valor necesario para cambiar su propia vida.

martes, 21 de julio de 2015

EL PROFESOR - Frank McCourt

Los padres de Stanley se están divorciando de manera agria, y no es de extrañar que Stanley esté fastidiado. La madre conserva el clásico piso de seis habitaciones en el Upper West Side, mientras papá vive en un tugurio allá en el culo del Bronx. Han acordado repartirse a Stanley partiéndolo por la mitad, tres días y medio por semana con cada uno. A Stanley se le dan bien las matemáticas, pero ni siquiera él sabe dividirse a sí mismo de esa manera. Lo toma con buen humor. Convierte su dilema en una especie de ecuación algebraica: si a vale 3 1/2 y b vale 3 1/2, ¿qué es Stanley? Su profesor de matemáticas, el señor Winokur, le pone un 100 sobre 100 sólo por haber pensado en esos términos. Mientras tanto, mi monitora de la tarde de las Familias, que es Maureen McSherry, me dice que el padre y la madre enfrentados de Stanley están sentados en mi aula esperando verme, y, añade Maureen, debe de haber media docena de parejas enfrentadas que no querrán sentarse juntos mientras yo les hablo de sus adoradas criaturas.

SINOPSIS

El relato empieza cuando McCourt tiene 27 años e, instalado en Nueva York, inicia una actividad académica para la cual sus estudios universitarios no han acabado de formarle. En efecto, las realidades sociales en un entorno tan duro como el neoyorquino resultan difíciles de digerir por parte de este inmigrante irlandés. Haciendo más caso a su intuición y a lo que le dicta su conciencia que a las directrices académicas, consigue despertar el interés de sus alumnos. Para ello, decide bajarse del pedestal en el que viven instalados la mayoría de profesores y se dedica a escuchar a sus alumnos y a aprender de ellos, poniéndose a su altura para conocer sus inquietudes, sus gustos y su forma de ver el mundo.

jueves, 16 de julio de 2015

EL ARQUITECTO - Antonio Cavanillas de Blas

Tras cumplir once años, Dinócrates parlamentó con su hijo y lo encaminó a Agatárcidas, escritor y matemático famoso en la ciudad. Discípulo de Eudoxo, el matemático y astrónomo que fuera profesor en la Academia que fundara en Atenas Platón, Agatárcidas era cronista de la villa y su principal valedor en las ciencias exactas. Su vida era un anecdotario. Había pasado algunos años en Alejandría, al lado de Euclides, el gran sabio alejandrino seguidor de Pitágoras. Compartía con el autor de los Elementos sus teorías y teoremas. A su lado, Sóstratos supo de líneas y planos, círculos y esferas, triángulos y conos, es decir, de formas regulares. Le explicó el célebre teorema de aquel sabio según el cual la suma de los ángulos interiores de cualquier triángulo da ciento ochenta grados. Conoció el compás, la regla, la escuadra y el cartabón. Entendió sobre geometría y axiomas euclidianos: sus teorías sobre el punto, la línea, la superficie, las paralelas, la palanca y las dimensiones. Agatárcidas simultaneaba la ciencia y el placer, pura matemática para él, pues presumía de haber yacido con mujeres de todas las razas y colores. Conocía la India y Samarcanda. Había recorrido el curso del Nilo desde el Delta a la primera catarata y visto los famosos monumentos funerarios que se extendían a su largo. Los ojos del mozo se dilataban de excitación al escuchar la descripción de tanta maravilla. El cronista era un hombre mayor, casado con Helena, una mujer encantadora y tan vieja como él. Le servía una esclava egipcia que había comprado en Alejandría, una silente muchacha con ojos de pantera y movimientos también felinos que ejercía como amante del otrora fogoso matemático en sus últimos estertores sensuales. Todo ello lo dedujo nuestro héroe al contemplar sus miradas ardientes a la bella, que lo era la egipciaca, y un cierto deje de impotencia en sus pupilas grises. Las matemáticas complacieron a Sóstratos, pero se trataba de una ciencia fría y sin afectos, no reflejada en hechos tangibles o palpables. ¿Qué se le daba a él que la tierra fuese o no centro del universo y los planetas diesen vueltas en su torno en líneas perfectas, círculos o combinaciones de ellos? Decidió reservar sus conocimientos matemáticos a la espera de poder aplicarlos en algo constructivo.

SINOPSIS

Knidos, 287 antes de Cristo.
Sóstratos de Knidos es un joven que vive en el seno de una familia normal y corriente y que lleva una vida como la de cualquier otro chico de su edad y de su tiempo: va a la escuela, ayuda a sus padres y a sus hermanos, tiene inquietudes filosóficas… Sin embargo, nuestro joven protagonista no imagina que su afición y su pasión por las matemáticas iban a acabar haciendo de él todo un arquitecto, y no un arquitecto cualquiera, sino uno de los más célebres de la época. Sóstratos trabajará bajo las órdenes del rey Ptolomeo y, entre otras construcciones célebres, será el arquitecto que diseñe el faro de Alejandría.
Antonio Cavanillas mezcla la ficción propia del relato y los hechos históricos, para crear una novela histórica absolutamente original y de gran ritmo narrativo.
En El arquitecto conoceremos la historia de Sóstratos de Knidos, un arquitecto de gran legado, pero muy desconocido. Creceremos con él y veremos cómo va descubriendo el amor, el sexo, la pasión… A su vez, conoceremos a la que será su futura esposa y la madre de sus hijos, Pitia, muy hermosa entre las mujeres y quien, pese a amarle, acabará sus días con Apolonio, el poeta amigo de Sóstratos de quien Pitia se enamorará fervientemente.