lunes, 24 de febrero de 2014

LÁGRIMA DE NEGRA - Antonio Gedeao

Encontré una negrita
que estaba llorando
y le pedí una lágrima
para analizarla.

Recogí la lágrima
con mucho cuidado
en un tubo de ensayo
esterilizado.

Miré de un lado,
de otro y de frente
y me pareció una gota
muy transparente.

Encargué los ácidos,
las bases y sales,
agentes usados
en asuntos tales.

Ensayé en frío,
también en caliente,
y todas las veces
hallé lo de siempre:

No hay rastro de negro,
ni signos de odio.
Agua (casi todo)
y cloruro de sodio.

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